Cuando uno no ve la luz, o el camino.... se olvida de las motivaciones más puras de la VIDA: VIVIR. Cada día es un regalo que se nos presta y que tenemos que saber sacar todo el provecho... cada segundo de nuestra existencia está destinado a nosotros mismos y a los demás que viven con nosotros. No nos hace falta un libro de autoayuda para saberlo (y perdón por los exquisitos autores expertos en este terreno).
Buscamos la felicidad y la plenitud, quizás no siempre lo logremos pero nos afianzamos en su búsqueda.
Hoy tengo un gran regalo que compartir... ¡además ha salido el sol!!!!
Buenos días!
martes, 27 de enero de 2009
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